lunes, 25 de noviembre de 2013

Castañas al chocolate (Reto Tía Alia)


Esta vez he caído en la tentación: he elegido la receta dulce del reto Tia Alia. Y no solamente porque sea una golosa sin remedio, sino porque además me encanta preparar recetas con alimentos de temporada. Por eso me convenció rápidamente la opción de las castañas al chocolate, ahora que por todas partes comienzan a verse cajas rebosantes de este fruto.



En cuanto leí la receta comencé a maquinar. Lo de las castañas estaba bien, porque contienen un mayor porcentaje de agua que el resto de los frutos secos y menos grasas; por lo tanto, aportan menos calorías. Pero por otra parte estaba el chocolate, el azúcar, los bizcochos... Algo tenía que idear para preparar ese pastel que me llamaba a gritos, pero sin traicionar a La Alacena y su apuesta por una alimentación más saludable. Por eso decidí elaborar yo misma el bizcocho con harina integral en lugar de utilizar soletillas industriales,  utilizar cacao en polvo sin azúcar y sustituir el azúcar blanca por sirope de ágave.

Además, al pensar en la consistencia que tendría esa crema de castañas con chocolate, se me ocurrió montar una especie de brazo de gitano con ella...

¡Vamos con el invento!

Los ingredientes

Para la crema de castañas:
  • 1/2 kg de castañas
  • 250 ml de leche
  • 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
  • 3 cucharadas de sirope de ágave
Para el bizcocho:
  • 50 gr de leche 
  • 35 gr de aceite de oliva
  • 3 huevos
  • 40 gr de sirope de ágave
  • 3 cucharadas colmadas de harina de trigo integral
  • Una pizca de sal
La preparación

Confieso que esta era la primera vez que cocinaba con castañas, así que, como las recetas de Tía Alia se caracterizan por ser tan parcas en explicaciones, estuve buscando cuál era la mejor manera de cocerlas. Encontré opiniones para todos los gustos, de modo que me decanté por la que me pareció más cómoda: hervirlas con su cáscara y pelarlas una vez cocidas. Tampoco tenía muy claro el tiempo de cocción, así que las dejé hervir unos 30 minutos para asegurarme de que quedaran muy tiernas.

Reservamos las castañas cocidas y peladas y calentamos la leche con el sirope de ágave. Agregamos las castañas y trituramos con la batidora. Dejamos que hierva un poco para que espese la crema y añadimos por último el cacao en polvo, removiendo bien hasta que quede repartido de manera uniforme. Apartamos del fuego y reservamos.

Para hacer el bizcocho, separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve. En otro bol, mezclamos las yemas con la leche, el sirope de ágave y el aceite. Añadimos la harina y una pizca de sal y mezclamos bien. Incorporamos las claras montadas con cuidado para que no se nos bajen.

Forramos la bandeja del horno con papel para hornear y extendemos encima la masa del bizcocho (nos interesa conseguir una plancha fina de bizcocho que se pueda enrollar sobre sí misma). Metemos en el horno precalentado a 160ºC durante unos 18 minutos.

Sacamos el bizcocho del horno y, sin retirar el papel de hornear, lo enrollamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Cuando esté frío, desenrollamos con mucho cuidado y extendemos la crema de castaña sobre la superficie del bizcocho, reservando un poco para la cobertura. Volvemos a enrollar el bizcocho (ya sin el papel) y con la ayuda de una lengua pastelera cubrimos la superficie con el resto de la crema de castañas que hemos reservado.

Lo metemos en el frigorífico durante un par de horas para que la crema cuaje. Antes de servirlo, cortamos los extremos para que quede más bonito.



domingo, 24 de noviembre de 2013

Magdalenas de coco (El Asalta Blogs)

El de este mes es un asalto doble, porque no solamente le robé la receta de estas deliciosas magdalenas de coco a la pobre expoliada de este mes, RossGastronómica, sino que además me pasé por el blog Menorcana, de donde ella a su vez había tomado la receta. La idea de meter las magdalenas en tarritos de cristal que se pudieran tapar y conservar me conquistó, e hizo que me decidiese por esta receta entre todas las candidatas, que eran muchísimas.

Yo utilicé los tarros de mi yogurtera, porque me parecía que tenían un tamaño perfecto y además tenían la boca ancha. Es importante que los tarros que utilicéis no se estrechen por arriba, porque de lo contrario os costará mucho sacar las magdalenas sin romperlas (el pequeño escalón que tenían mis tarros ya lo hizo bastante difícil).

Como de costumbre, he utilizado harina integral ecológica y sirope de ágave en lugar de azúcar. También quise evitar la levadura química, y en su lugar puse bicarbonato y monté las claras aparte, ¡y subieron como la espuma!

Los ingredientes
  • 3 huevos
  • 75 gr de coco rallado
  • 125 gr de nata líquida
  • 80 gr de aceite de oliva
  • 50 gr de sirope de ágave
  • 150 gr de harina integral
  • bicarbonato (la punta de una cucharita)
  • pizca de sal
La preparación

Separamos las yemas de las claras. Batimos las yemas junto con la nata líquida, el aceite y el sirope de ágave. Cuando esté todo bien mezclamos, añadimos la harina, la sal, el coco rallado y el bicarbonato. Volvemos a mezclar la masa hasta que se integren bien todos los ingredientes.

Por otra parte, montamos las claras a punto de nieve y las incorporamos a la masa anterior con cuidado de que no se bajen.

Ponemos el horno a calentar a 180ºC. Mientras alcanza la temperatura, engrasamos los tarros de cristal con unas gotas de aceite de oliva y espolvoreamos con una pizca de harina. Repartimos la masa de las magdalenas en los tarros, llenándolos solamente hasta la mitad porque después subirán mucho y si los llenamos demasiado no podremos taparlos.

Horneamos durante unos 20 minutos y ¡listas!



sábado, 16 de noviembre de 2013

Porra de aguacate

El aguacate es uno de esos alimentos injustamente apartados de las dietas para perder peso por la gran cantidad de grasa que contiene y, por tanto, también de calorías. Pero las grasas son uno de los tres macronutrientes que nuestro cuerpo necesita, junto con las proteínas y los carbohidratos. Lo importante es elegir grasas de calidad, como la que nos proporciona el aguacate con sus ácidos omega 3. Además, el aguacate es rico en vitaminas, minerales y fibras.

Por si todo eso fuera poco, está riquísimo y puede prepararse de mil maneras distintas. Hoy he hecho una suerte de porra, o gazpacho, o sopa fría... Es muy sencilla, se prepara en un segundo y es súper saludable.

Los ingredientes
Para 4 personas

  • 3 aguacates
  • 1 tomate maduro
  • 1 diente de ajo
  • El zumo de medio limón
  • Sal al gusto
  • 4 tomates deshidratados
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 2 rebanadas de pan de molde integral
La preparación

En el vaso de la batidora, ponemos los aguacates troceados, el tomate sin piel, el diente de ajo, el zumo de limón y la sal. Trituramos hasta que nos quede una crema untuosa sin grumos. Si prefieres una consistencia más ligera, puedes añadir un poco de agua (yo puse unos 100 ml). Probamos y rectificamos de sal o limón si fuese necesario.

Cortamos las rebanadas de pan en cuatro triángulos y freímos en aceite muy caliente hasta que queden doradas y crujientes. Reservamos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Cortamos en dados pequeños los tomates secos que previamente habremos hidratado en agua caliente durante media hora más o menos.

Servimos la porra de aguacate en pequeños cuencos individuales, repartimos por encima los dados de tomate seco, regamos con un hilo de aceite de oliva y acompañamos con el pan crujiente.




martes, 12 de noviembre de 2013

Shiitakes rellenas

Seguimos con recetas japonesas. En este caso, el ingrediente principal —shiitake— es una seta de intenso sabor originaria de China utilizada desde hace siglos en la gastronomía oriental. Pero su uso se está extendiendo cada vez más en el mundo occidental, pues sus propiedades beneficiosas para la salud son muchas. Aporta una buena cantidad de proteínas, por lo que es un alimento muy recomendable para veganos, por ejemplo. También es una fuente de vitamina D, y varios estudios demuestran que posee propiedades anticancerígenas.

La receta original de estas shiitakes rellenas la encontré en una revista japonesa. Sí, sí, en japonés auténtico. Yo andaba estudando japonés entonces, y mi profesora me entregó unos recortes de revistas para hacer ejercicios de traducción. Así que después de traducir la receta, con lo fácil y apetitosa que parecía, no me pude resistir y tuve que meterme en la cocina. La versioné un poco a mi manera, y desde entonces la hago con frecuencia como entrante.

Los ingredientes
Para 4 personas
  • 12 setas shiitake
  • 150 gr de carne de cerdo picada
  • 2 cucharadas de repollo picado muy fino
  • 2 cucharadas de cebolla picada muy fina
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharadita de raíz de jengibre rallado
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 1 cucharada de aceite de sésamo
  • 1 cucharadita de harina de arroz
La preparación

Podemos utilizar setas shiitake frescas o deshidratadas. Si son frescas, sólo tenemos que enjuagarlas bien y cortarles el tallo. Si las utilizamos deshidratadas, antes tendremos que hervirlas en agua durante unos 20 minutos. (En el agua de cocción quedará mucho sabor, así que se puede añadir alguna cucharada al relleno).

Para el relleno de las setas, mezclamos en un bol la carne con la cebolla y el repollo, que deben estar picados lo más pequeño posible, la raíz de jengibre rallada y el ajo, también rallado. Añadimos la salsa de soja y el aceite de sésamo y mezclamos hasta que todos los ingredientes queden bien repartidos. Por último, agregamos la cucharadita de harina de arroz, que nos ayudará a que la carne quede compacta y se adhiera a las setas.

Rellenamos los paraguas de las setas con la carne, aplastando bien con las manos.

En una sartén o una plancha con unas gotas de aceite de sésamo, cocinamos unos tres minutos por cada lado y servimos calientes.





jueves, 31 de octubre de 2013

Yakitori

Yakitori significa literalmente en japonés ave (tori) a la parrilla (yaki). Hoy en día, la versión más extendida de estas brochetas es la elaborada con carne de pollo, aunque también se puede encontrar con pato. Sin embargo, parece ser que en la receta original utilizaban gorriones. Ya en el siglo XVII, los campesinos japoneses que peregrinaban para adorar al dios del arroz cazaban gorriones, los ensartaban en brochetas y los asaban. Así no solamente se alimentaban durante el camino, sino que se libraban de uno de sus peores enemigos, pues los gorriones se alimentaban de sus campos de arroz. (Eso es matar dos pájaros de un tiro, ¿eh?).

Éste es uno de mis platos preferidos de la gastronomía nipona, y es muy fácil y rápido de hacer. La salsa que acompaña a la carne y que le da su sabor característico está hecha a base salsa de soja y mirín, una especie de licor de arroz sin apenas graduación alcohólica que se utiliza solamente para cocinar. Es un ingrediente básico de la cocina japonesa y se puede encontrar sin problemas en tiendas de alimentación oriental.

Aunque hay muchos lugares en los que sirven yakitori hecho con pechuga de pollo, yo siempre lo hago con muslos, porque así la receta sale infinitamente más jugosa.

Los ingredientes

Para 2 personas:
  • 4 muslos de pollo deshuesados
  • 2 cebolletas
  • 100 ml de salsa de soja
  • 100 ml de mirín
  • 50 ml de vino blanco (o sake)
  • 1 cucharada de sirope de ágave
  • 1 cucharadita de harina de arroz
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo

La preparación

En primer lugar, comenzaremos por hacer la salsa. Para ello, vertemos en una olla pequeña o un cacillo el mirín, la salsa de soja, el vino y el sirope de ágave, y lo llevamos a ebullición. Dejamos que hierva durante unos minutos, hasta que se haya evaporado el alcohol del vino y la salsa haya reducido un poco. Retiramos del fuego y añadimos la cucharadita de harina de arroz. Removemos para que se disuelva bien y volvemos a darle un hervor hasta que la salsa quede espesa y brillante. Reservamos.

Retiramos la piel de los muslos, los limpiamos de grasa y los cortamos en dados. Seleccionamos la parte blanca de las cebolletas y las cortamos en trocitos de un par de centímetros de longitud. Vamos ensartando en las brochetas dos trozos de pollo y uno de cebolleta hasta completarlas.

Calentamos la plancha eléctrica con el aceite de sésamo y ponemos a asar las brochetas. Con la ayuda de un pincel, vamos embadurnando el pollo con la salsa que hemos preparado. Vamos dándole la vuelta a las brochetas hasta que estén doradas por todos lados, y  pincelamos con la salsa en cada vuelta.

Servimos de inmediato, porque se enfrían rapidísimo.






lunes, 28 de octubre de 2013

Huevos a la mouse (Reto Tía Alia)

Aquí está mi segunda aportación al Reto Tía Alia. ¡Me pareció tan divertido y tan fascinante ver cómo una misma receta puede dar resultados tan diferentes en cada uno de los blogs participantes que me he quedado totalmente enganchada al Reto! Estaba súper impaciente por conocer cuáles serían las recetas de este mes de octubre, y en cuanto las leí lo tuve clarísimo. El mes anterior me costó un poco decidir entre las dos recetas, pero esta vez fue ver la opción salada y... ¡flechazo!


Como ya os conté en el reto anterior, trato de evitar la harina refinada, y, como la verdad es que no veía nada claro eso de una bechamel integral, pues he prescindido de ella y he puesto sólo nata en la mouse y, para acompañar, sólo salsa de tomate.

Me ha sorprendido esta receta porque es mucho más fácil y rápida de hacer de lo que parece al leerla. Me habría gustado probar con otras de las versiones que propone, como la del salmón, pero este mes he andado escasa de tiempo para dedicarle a la cocina... Ya experimentaré en otro momento, seguro, porque me ha encantado el plato.

Los ingredientes
Para cuatro personas:
  • 6 huevos
  • 50 gr de queso emmental
  • 50 gr de jamón serrano
  • 4 cucharadas de nata 
  • Sal
  • Mantequilla para los moldes
  • Salsa de tomate casera
La preparación

Batimos los huevos con un poco de sal. Rallamos el queso y lo añadimos a los huevos. En la picadora, trituramos el jamón hasta que quede lo más fino posible y lo añadimos también a la mezcla. Agregamos la nata y mezclamos hasta que quede todo bien repartido.

Vertemos la mezcla en cuatro moldes que habremos untado con mantequilla y los metemos al horno, en un recipiente al baño maría, a 200ºC durante unos 50 minutos.

Desmoldamos y los servimos con la salsa de tomate. Yo los acompañé con unas espinacas rehogadas con ajo y taquitos de jamón. ¿Verdad que es sencillo?








domingo, 27 de octubre de 2013

Tartaleta de queso de cabra y melocotón (El Asalta Blogs)

Con esta receta acabo de unirme a la banda de ladrones de El Asalta Blogs, liderada por Gastro Andalusí. Me hace una ilusión tremenda. Cuántas veces, navegando entre los blogs de cocina, he leído eso del Asalta Blogs sin saber muy bien lo que era... ¡Y ahora soy una de ellos!

El blog donde debía perpetar este primer asalto es el de Gastroadikta, y no ha sido nada fácil... Tiene tantas recetas riquísimas, originales y con ingrediente sencillos que dan ganas de robárselas todas. Después de mucho merodear por su cocina, finalmente me decidí por esta tartaleta de queso de cabra y melocotón.

El contraste de sabores que ofrece el queso de cabra con la suavidad del melocotón es absolutamente delicioso y sorprendente. Aunque en la receta original se propone como aperitivo o entrante, a mí me parece perfecto también para una merienda o un desayuno.

La diferencia principal entre la versión de Gastroadikta y la mía es que yo he hecho mi propia masa quebrada integral. ¡Seguid leyendo y os explico cómo!

Los ingredientes
  • 200 gr de harina de trigo integral
  • 120 gr de mantequilla
  • 300 gr de queso de cabra de rulo 
  • 1 melocotón rojo
  • 2 cucharadas de miel
  • Unas gotas de agua de azahar

La preparación

Para hacer la masa quebrada, debemos utilizar la mantequilla muy fría y cortada en dados. (Yo utilicé mantequilla con sal, así que no le he añadido nada de sal a la masa). Ponemos la harina con los dados de mantequilla en la cubeta de la panificadora y seleccionamos el programa para pasta, que solamente amasa. Si no tienes panificadora ni ningún otro robot de cocina con que amasar, puedes hacerlo perfectamente a mano, con la ayuda de una espátula. Si queda demasiado dura y cuesta mucho trabajo amasarla, se le puede añadir alguna cucharada de agua. (Yo tuve que añadir un par de cucharadas).

Cuando la masa esté completamente homogénea y brillante, la envolvemos en film y la dejamos reposar en la nevera durante una hora. Pasado ese tiempo, la estiramos y damos forma a la tartaleta. En mi caso fue una sola y decidí hacerla circular, pero también puedes hacerlas rectangulares, en porciones individuales... como se te ocurra.

Horneamos la masa a ciegas (es decir, la masa sola, sin el relleno). Podemos cubrirla con papel de horno y unas legumbres crudas, para evitar que la masa suba. Yo simplemente pinché la base con un tenedor varias veces y no subió nada. Con 10 minutos a 180ºC es suficiente.

Sobre la masa ya horneada, vamos repartiendo el queso de cabra cortado en rodajas por toda la superficie. Enjuagamos bien el melocotón y lo cortamos en gajos muy finos, con su piel, y los disponemos por encima del queso.

Calentamos la miel con las gotas de agua de azahar y pincelamos toda la superficie de la tartaleta, incluídos los bordes, con la mezcla.

Volvemos a hornearla durante 15 minutos más, y ¡a comer!




domingo, 20 de octubre de 2013

Carrilleras de cerdo al vino tinto

La carrillera o carrillada es una carne que se obtiene de la cara del cerdo, de los "carrillos". Es muy tierna y jugosa, con vetas de grasa que le dan una textura un poco gelatinosa y que recuerda al rabo de toro (al menos a mí me lo recuerda).

Ya sea por esa textura o por los reparos al saber de dónde procede, lo cierto es que hay muchas personas a las que no les gusta nada ninguna de estas dos carnes. Yo siento debilidad por ambas.

Nunca había cocinado carrilleras, y, aunque hubo algún contratiempo de última hora (cuando ya tenía la receta en marcha me di cuenta de que no tenía zanahorias, ¡no sé cómo me pudo pasar!), el resultado nos encantó. Gustó tanto que creo que la próxima vez que las haga tampoco pondré zanahorias.

Así quedó la receta final:

Los ingredientes
Para 2 personas 
  • 400 gramos de carrilleras de cerdo limpias
  • 1/2 pimiento rojo
  • 2 cebollas
  • 500 ml de vino tinto
  • 2 hojas de laurel
  • Romero
  • Sal y pimienta
  • Harina 
  • Aceite de oliva virgen extra

La preparación

Salpimentamos las carrilleras y las pasamos por harina. Sacudimos el exceso de harina dándoles unas palmaditas. Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva y freímos las carrilleras hasta que estén ligeramente doradas por ambos lados. Reservamos.

En el mismo aceite, pochamos a fuego bajo la cebolla y el pimiento troceados. Añadimos también las hojas de laurel y el romero. Cuando las verduras estén tiernas, vertemos el vino tinto. Volvemos a incorporar las carrilleras y subimos el fuego para que se evapore el alcohol del vino.

Cuando la salsa haya reducido, retiramos las carrilleras y reservamos de nuevo. Desechamos las hojas de laurel y trituramos todo hasta que quede una salsa fina y sin grumos. Servimos las carrilleras con su salsa y unas patatas fritas.





domingo, 13 de octubre de 2013

Atún encebollado

Me encanta este plato. Me recuerda inevitablemente a Cádiz. Cada vez que puedo, me escapo para disfrutar de la gastronomía y de las playas de esta ciudad, por la que siento una simpatía especial. Pero cuando no me es posible ir hasta Cádiz para saborear el atún de almadraba por sus calles, me conformo con hacer esta receta en casa, que tampoco está nada mal.

La receta la aprendí de un compañero de trabajo gaditano, muy aficionado a la buena cocina, con el que siempre andaba intercambiando recetas y lugares donde practicar el buen yantar. Es facilísima, rápida, saludable, y, sobre todo, está buenísima.

Como seguro que sabréis, el atún es una excelente fuente de ácidos grasos omega 3 y proteínas de calidad. También nos proporciona vitamina E, que es un potente antioxidante, y vitaminas del grupo B.

Por su parte, la cebolla posee propiedades diuréticas, digestivas y antiinflamatorias, y además es un antibiótico natural.

¿Necesitáis más razones para poneros manos a la obra con este atún encebollado?

Los ingredientes
Para 4 personas:
  • 500 gr de lomos de atún limpios 
  • 2 cebollas grandes
  • 50 cl de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 cucharadita de pimentón de la vera
  • Sal
  • Orégano al gusto (opcional)
La preparación

Cubrimos con aceite el fondo de una sartén que sea amplia y de paredes altas. Cortamos las cebollas en láminas finas y las pochamos en el aceite a fuego suave. Mientras tanto, troceamos los lomos de atún en dados. Éstos no deben ser demasiado pequeños, para que no se deshagan en la sartén y para que nos queden jugosos por dentro.

Cuando la cebolla esté transparente, añadimos los dados de atún y salamos. A los pocos minutos, en cuanto el atún haya comenzado a cambiar de color, añadimos el vino blanco. (No es recomendable cocinar demasiado tiempo el atún, porque si no nos quedará demasiado reseco). Subimos el fuego y dejamos que se evapore el alcohol del vino. 

Por último, cuando falten apenas un par de minutos para retirar la sartén del fuego, ponemos el pimentón y el orégano, mezclamos y servimos de inmediato, acompañado con unas buenas patatas fritas.



lunes, 7 de octubre de 2013

Terrina de carne con verduras y aceitunas

Hace ya mucho tiempo que encontré por algún lugar esta receta de terrina de carne con verduras. Ni siquiera recuerdo de dónde la saqué, pero desde entonces se ha convertido en uno de los must eat de mi cocina. Cada vez que la hacía le iba introduciendo alguna modificación. Un día se me ocurrió que las aceitunas negras le podían ir muy bien, y así quedó mi versión definitiva de esta terrina. Una manera riquísima de tomar un montón de verduras en un plato principal de carne.

Los ingredientes

  • 400 gramos de carne picada de cerdo y ternera
  • 2 huevos
  • 1 cucharada de pan rallado
  • 1/2 calabacín
  • 1 zanahoria
  • 1 pimieto rojo
  • 1 diente de ajo
  • 1 lata pequeña de aceitunas negras sin hueso
  • 500 gramos de tomates rojos maduros (o tomate triturado)
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta
  • Tomillo y romero

La preparación

Picamos el pimiento rojo y el ajo y lo rehogamos a fuego suave en una sartén con aceite y con la hoja de laurel. Cortamos en dados el calabacín, bien enjuagado y sin pelar, y la zanahoria, y los añadimos a la sartén. Agregamos también las aceitunas laminadas. Salpimentamos al gusto. Cuando las verduras estén pochadas, retiramos la mitad y las reservamos aparte. A las que quedan en la sartén les añadimos los tomates pelados y troceados (o triturado) y las especias, rectificamos de sal si es necesario y dejamos que se fría.

En un bol grande, batimos los huevos y agregamos la carne junto con las verduras que habíamos reservado. Salpimentamos y mezclamos bien. Aceitamos un molde alargado y colocamos en él la carne. La introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante una hora.

Servimos cortado en lochas y acompañado de la salsa. Se puede tomar tanto caliente como frío.


lunes, 30 de septiembre de 2013

Plun integral con albaricoques (Reto Tía Alia)

Con esta receta participo por primera vez en el Reto Tía Alia. Me hace muchísima ilusión y agradezco que me hayan dejado participar. Reconozco que me intimida un poco, primero porque Tía Alia es una maravilla de blog, y también porque hay muchísimos participantes, todos ellos con blogs de recetas estupendos. Verme participando en esto entre todos ellos, con este proyecto que aún está en pañales, me pone un poco nerviosa. ¡Espero estar a la altura del reto!


En esta prueba siempre puedes escoger entre una receta salada y otra dulce. Yo he escogido la segunda, porque intentar hacer una versión más saludable de un bizcocho, sin utilizar ni azúcar ni harina refinados, sí que me parecía un verdadero reto. De hecho, ese es uno de los objetivos de este blog: recopilar versiones más sanas de todas esas cosas que nos encanta comer, pero que no son demasiado recomendables.

¿Queréis ver cómo me ha quedado?



Los ingredientes
  • 4 huevos
  • 180 gramos de mantequilla
  • 200 gramos de harina integral de trigo (más una cucharada extra)
  • 90 gramos de sirope de ágave
  • 80 gramos de albaricoques secos
  • 1/2 copa de ron
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • pizca de sal
La preparación

En primer lugar, troceamos los albaricoques en dados, los cubrimos con el ron y reservamos. Yo puse también algunas pasas y arándanos.

En un bol, ponemos el sirope de ágave y los huevos y batimos. Añadimos la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente, y mezclamos hasta que quede bien integrada. Agregamos la harina, junto con la sal y el polvo de hornear.

Colamos el ron para separarlo de los albaricoques y lo añadimos a la mezcla. Amasamos bien hasta que nos quede una pasta uniforme. Por último, pasamos los dados de albaricoque por harina (la cucharada extra que habíamos reservado) y los agregamos también.

Vertemos la masa en un molde de silicona para plum cake y lo metemos al horno, que debe estar a 200ºC. Pasados 10 minutos, bajamos la temperatura a 180ºC y esperamos entre 30 y 35 minutos más. Sacamos del horno, lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla antes de desmoldarlo, y ¡a disfrutarlo con un buen café con leche!



miércoles, 25 de septiembre de 2013

Berenjenas rellenas de salmón

Ya he confesado en otras ocasiones mi amor por la berenjena y por el salmón, y sin embargo nunca se me había ocurrido unirlos a los dos en la misma receta. Y eso que las berenjenas rellenas son un plato recurrente en mi cocina: de carne, de setas, de atún... Pero ésta es la primera vez que las relleno de salmón, y resulta que hacen muy buena pareja. En este caso, el salmón que he utilizado es en conserva al natural, pero se podría hacer igualmente con dados de salmón fresco.

Aunque no soy nada amiga del microondas para cocinar (y a veces ni siquiera para recalentar platos), ésta es una de las pocas recetas en que lo utilizo. Parece que la berenjena no se lleva tan mal con él... Pero si tenéis tiempo suficiente, siempre dará mejores resultados en el horno. Yo tengo que conformarme con la versión rápida, que es la única compatible con el trabajo... 

Los ingredientes
Para 2 personas

  • 1 berenjena grande
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria
  • 2 pimientos del piquillo (o 1/2 pimiento rojo)
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 1 lata de salmón en conserva al natural (200 gramos)
  • 100 ml de nata líquida
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Queso rallado
  • Eneldo

La preparación

Troceamos la cebolla y la zanahoria en dados pequeños y pochamos en una sartén con dos cucharadas de aceite de oliva. (Si utilizas pimiento rojo, añádelo también en dados pequeños a continuación).

Lavamos la berenjena, desechamos el tallo y las cortamos por la mitad, longitudinalmente. Sacamos la pulpa, con cuidado de no romper la piel, y la troceamos. Cuando la cebolla comience a ponerse transparente, añadimos la berenjena troceada y los pimientos del piquillo, y seguimos cocinando hasta que la berenjena quede tierna.

Mientras tanto, regamos las barquitas de berenjena que nos han quedado con un hilo de aceite de oliva y un poco de sal. Metemos en el microondas unos 6 minutos, aunque el tiempo dependerá de la potencia de cada microondas. 

Añadimos a la sartén el vino blanco, subimos el fuego y dejamos que reduzca. Escurrimos el salmón y lo desmenuzamos. Lo agregamos a las verduras, junto con la nata. Salamos y cocinamos unos minutos más para que se mezclen los sabores.

Rellenamos las berenjenas con esta mezcla, las cubrimos con un poco de queso rallado y una pizca de eneldo y las ponemos de nuevo unos 4 minutos al microondas.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Ensalada de higos con jamón

Con el final de las vacaciones y la vuelta al trabajo nos queda menos tiempo para enredarnos en la cocina, pero no por eso tenemos que dejar de comer bien. ¡Ni mucho menos! Con esta receta podréis comprobar que es posible llegar del trabajo y hacerse un almuerzo riquísimo, original y completo... ¡en cinco minutos!

Para esta ensalada vamos a utilizar tomates, que están en su mejor momento, e higos negros, de los que tendremos que empezar a despedirnos hasta el próximo verano. Antes de que se acaben del todo, recomiendo que probéis la combinación higos-jamón-vinagre balsámico, porque merece la pena.

También merece la pena que la lechuga sea de la variedad trocadero. Nunca la había probado hasta este verano, y ha sido todo un descubrimiento...

Los ingredientes
Para 2 personas
  • 1 lechuga trocadero
  • 2 tomates de tipo pera
  • 8 higos negros
  • 2 ó 3 lonchas de jamón serrano
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre balsámico
  • Sal

La preparación

Desechamos las hojas exteriores de la lechuga y troceamos el resto. Enjuagamos bien, escurrimos y la colocamos en una fuente para ensalada.

Pelamos los tomates, los cortamos en ruedas y las disponemos por encima de la lechuga.

Enjuagamos los higos, los cortamos en cuartos y los ponemos también por encima de la lechuga.

Cortamos en tiras las lonchas de jamón serrano y las repartimos por encima de la ensalada.

Por último, aliñamos con una pizca de sal, aceite de oliva y vinagre balsámico al gusto.

¡Comer bien es tan fácil!




domingo, 15 de septiembre de 2013

Paté casero

¿No os parece un lujo poder comer vuestro propio paté hecho en casa? A mí desde luego que sí. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer esta receta, pero no estaba muy segura de cómo iba a resultar. Me preocupaba sobre todo la textura, pero ahora que por fin me he decidido a hacerla tengo que decir que queda genial. Creo que la voy a hacer muy a menudo de ahora en adelante.

Este paté está hecho a base de higaditos de pollo, que, además de proporcionarnos proteínas en cantidad y calidad, son una importante fuente de hierro y vitamina B12, con lo que nos ayudan a prevenir la anemia y a mejorar nuestro sistema inmunológico.

¿Os animáis a hacerlo? ¡Quedaréis como reyes sirviéndolo con unos panecillos como entrante en una cena!

Los ingredientes
  • 400 gr de higaditos de pollo limpios
  • 1 cebolla grande
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 2 cucharadas de nata
  • 1 vaso de vino blanco
  • 3 hojas de gelatina neutra
  • Sal
  • Granos de pimienta negra
  • 2 clavos de olor

La preparación

Ponemos la mantequilla a calentar en una sartén a fuego medio. Mientras se derrite, pelamos y troceamos la cebolla. La rehogamos con la mantequilla hasta que empiece a ponerse transparente, con cuidado de que no se nos queme. Añadimos los higaditos, la sal, los clavos y la pimienta (yo puse unos 12 ó 15 granos). Cocinamos unos minutos y cuando los higaditos comiencen a cambiar de color y a dorarse ligeramente añadimos el vino blanco. Subimos un poco el fuego y dejamos que el vino reduzca.

Aparte, en un bol con un poco de agua hidratamos las hojas de gelatina. Cuando falten sólo un par de minutos para retirar la sartén del fuego, añadimos la nata y removemos bien. Apartamos del fuego y añadimos las hojas de gelatina, removiendo para que se disuelvan.

Echamos todo el contenido de la sartén en un recipiente donde podamos utilizar la batidora y trituramos hasta que no queden grumos. Vertemos el paté en el recipiente donde lo queramos conservar y lo metemos en el frigorífico, donde irá tomando consistencia a medida que se vaya enfriando.

Si lo acompañáis con un pan integral hecho también en casa, como el de la foto, ¡ya tenéis la merienda perfecta!


lunes, 9 de septiembre de 2013

Salmón glaseado

¡Seguimos con el pescado! El salmón ha estado siempre entre mis favoritos, ya sea fresco, ahumado, marinado, en sushi... La receta de hoy es una manera fácil y rápida de darle un toque diferente al salmón. Se trata de mi adaptación personal de una receta que leí en un libro de cocina japonesa.

Uno de los ingredientes más comunes en la gastronomía de Japón es el mirín, una especie de vino de arroz que apenas tiene alcohol. Se encuentra fácilmente en tiendas de alimentación orientales, pero si no lo tenéis podéis sustituir esas cuatro cucharadas por una de vino blanco y tres de agua. El sirope de ágave se puede cambiar por miel (en la misma cantidad) o por azúcar (el doble).

Y como hoy no me voy a detener en mencionar las archisabidas propiedades beneficiosas del salmón y su omega 3 y todas esas cosas, pues nos vamos directamente con la receta.


Los ingredientes
Para 2 personas:
  • Dos filetes de lomo de salmón, limpios de espinas
  • 1 cucharada de aceite de sésamo
  • 1 nuez de mantequilla
  • 4 cucharadas de salsa de soja
  • 4 cucharadas de mirín
  • 1 cucharada de sirope de ágave

La preparación
Calentamos el aceite de sésamo en una sartén antiadherente y cocinamos el salmón por ambos lados hasta que esté bien hecho por dentro. El tiempo dependerá del grosor del filete. No pondremos nada de sal, porque la salsa de soja nos dará suficiente sabor. Reservamos.

En la misma sartén, calentamos la mantequilla y añadimos el resto de los ingredientes. Le damos un hervor breve, hasta que la salsa haya espesado un poco, y regamos los lomos de salmón con ella.

Podemos servirlo con verduras al vapor. Yo hice brócoli, porque me parece que hace una pareja estupenda con el salmón.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Baba ganush

Qué versátiles que son las berenjenas. Mira que hay maneras de comerlas: a la plancha, al vapor, asadas, fritas, en puré, en conserva... De cualquier forma está buenísimas, y su aporte calórico es muy bajo porque se componen de agua en más de un 90%. Son diuréticas, antioxidantes, y su consumo ayuda a controlar el colesterol y la diabetes.

Las berenjenas fueron introducidas en Europa por los árabes, y están muy presentes en su cocina. Éste plato es un clásico de la cocina libanesa, similar a la muhammara que ya vimos.

¡A aprovechar las últimas berenjenas del verano!

Los ingredientes
  • 1 kg de berenjenas
  • 1 diente de ajo
  • 2 vainas de cardamomo
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cilantro molido
  • 2 cucharadas de tahina
  • El zumo de medio limón
  • 1 cucharadita de sal
  • Pimentón
  • Aceite de oliva virgen extra
La preparación

Horneamos las berenjenas a 180ºC durante una hora, dándoles la vuelta para que se vayan dorando por todas partes uniformemente. Cuando se hayan enfriado, les sacamos toda la pulpa con la ayuda de una cuchara.

Trituramos la pulpa de las berenjenas en un robot de cocina junto con el diente de ajo y las semillas de cardamomo. Lo ponemos en un bol y agregamos el resto de los ingredientes, excepto el pimentón y el aceite de oliva, y mezclamos todo muy bien para que las especias queden bien repartidas.

Para servir, le hacemos unos surcos con una cuchara, espolvoreamos con pimentón y regamos con aceite de oliva. Se puede comer con pan de pita o con crudités.



martes, 3 de septiembre de 2013

Pipirrana de huevas

La pipirrana es una ensalada muy popular en toda Andalucía, sobre todo en los meses de verano porque es muy refrescante. Sus ingredientes principales son tomate, pepino, cebolla y pimiento verde. Se puede encontrar únicamente con estos ingredientes y aliñada, o también con atún, con caballa, con mejillones o con pulpo cocido.

En esta ocasión la he hecho de huevas, pero podéis sustituir este ingrediente por cualquiera de los que os he mencionado. Si por ejemplo os han sobrado unos mejillones al vapor, ésta es una buena manera de aprovecharlos. Y si os gusta el pulpo, en pipirrana os va a encantar.

Ah, e id preparando un buen trozo de pan para acompañar este plato, ¡porque no vais a poder parar de mojar!

Los ingredientes
  • 2 tomates
  • 1 pimiento verde
  • 1/2 cebolla
  • 1 pepino
  • 200 gramos de huevas de pescado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre
  • Sal

La preparación

Si las huevas son frescas, las herviremos en agua con sal durante 10 ó 15 minutos, dependiendo del tamaño. Para que no se rompan, pondremos las huevas en una bolsita de plástico anudada, a la que le haremos unos pequeños agujeros con la punta de un cuchillo. Cuando estén cocidas, las escurrimos y las dejamos enfriar hasta que podamos pelarlas sin quemarnos. Una vez peladas, las cortamos en rodajas de 1 centímetro de grosor, aproximadamente.

También puedes utilizar huevas de bacalao en conserva, como ha sido hoy en mi caso, pero huelga decir que con las huevas frescas la receta gana un montón. Si las utilizas en conserva, sólo tienes que cortarlas en dados y entonces esto se convierte en una receta express para esos días en que necesitas prepararte algo rápido.

Enjuagamos los tomates, que deben ser bien colorados pero duros, y los cortamos en dados pequeños. Lavamos también el pepino, desechamos los extremos y lo troceamos en dados (a mí me gusta sin pelar). Picamos la cebolla y el pimiento en trocitos muy pequeños.

Mezclamos en la ensaladera todos los ingredientes, incluídas las huevas, y aliñamos con sal, aceite y vinagre generosamente. La servimos muy fresquita.



domingo, 1 de septiembre de 2013

Ensalada de pollo con sésamo

El sésamo, además de estar buenísimo, nos aporta grasas insaturadas, proteínas vegetales, vitaminas E y B, y tiene un alto poder antioxidante. En esta receta lo utilizaremos en dos de sus formas: semillas y aceite.

Hoy me apetecía algo fresquito y he combinado el pollo con una lechuga que se estaba poniendo ya triste en la nevera, pero en lugar de ensalada podrían haber sido también unos fideos con soja, o un arroz basmati... O también se puede servir solo con distintas salsas como aperitivo: estas tiras de pollo crujientes te van a encantar y las vas a hacer en más ocasiones, ¡ya verás!

Los ingredientes
  • 150 gr de pechuga de pollo
  • 4 cucharadas de semillas de sésamo
  • 4 cucharadas de aceite de sésamo
  • Unas hojas de lechuga
  • 1 zanahoria
  • Un cuarto de pimiento rojo
  • Aceite de oliva virgen extra (o de sésamo)
  • Vinagre balsámico
  • Sal
La preparación

Cortamos la pechuga de pollo en tiras y salamos. Ponemos en un plato las semillas de sésamo y rebozamos las tiras de pollo en ellas hasta que queden totalmente cubiertas de semillas. Las freímos en una sartén con el aceite de sésamo y reservamos en un plato con papel absorbente. En mi caso, como iba a tomarlas en ensalada, dejé que se enfriasen por completo, pero si vas a tomarlas solas sírvelas inmediatamente, calentitas y crujientes.

Lavamos y troceamos la lechuga y la colocamos en una fuente para ensalada, bien escurrida. Lavamos el pimiento y la zanahoria y los cortamos en bastones. Los añadimos a la lechuga. Aliñamos la ensalada con aceite, vinagre y sal al gusto, y colocamos las tiras de pollo por encima.

Fácil, rápido, sano, barato, completo... ¿Qué más se le puede pedir a un plato?




miércoles, 28 de agosto de 2013

Dorada a la sal con guarnición aromática de zanahorias

¡Vaya verano de pescado me estoy dando! Qué pena que ya se vaya acabando y tenga que despedirme de los espetos de sardinas... Hoy me apetecía mucho pescado al horno, y como tenía un manojo de zanahorias estupendo que compré este fin de semana en el mercadillo ecológico se me ocurrió ponerlas como guarnición.

¡Verás qué fácil es prepararse una comida súper sana y riquísima!

Los ingredientes
Para la dorada a la sal:
  • 1 dorada de ración
  • 600 gr de sal gruesa
Para la guarnición de zanahorias:
  • 2 ó 3 zanahorias
  • sal
  • 2 cucharaditas de hojas de hierbabuena picadas
  • media cucharadita de comino molido
  • media cucharadita de pimentón de la Vera
  • media cucharadita de agua de azahar
  • 2 cucharaditas de vinagre de manzana
  • 1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
La preparación

Para preparar la dorada a la sal pediremos en la pescadería que nos la limpien sólo por dentro, sin abrirla demasiado para que nos quede lo más jugosa posible, y sin quitarle la cabeza ni las escamas. También puedes preparar esta misma receta con una lubina, un jurel grande... lo que te apetezca. 

Sobre una bandeja cubierta con papel para hornear colocamos una capa de sal gruesa que sirva como cama para la dorada. Colocamos encima el pescado y lo cubrimos con el resto de la sal. No debe quedar nada sin cubrir, así que si necesitas añadir más sal, hazlo. Introducimos en el horno a 200ºC durante 35 minutos.



Mientras se hornea la dorada, vamos preparando las zanahorias. Las pelamos y las cortamos en rodajas, las cubrimos con agua (la justa para cubrirlas nada más) y las hervimos unos minutos, hasta que casi se haya evaporado todo el agua pero aún estén un poco duritas por dentro. Salamos al gusto, añadimos el resto de los ingredientes, removemos y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente para que la zanahoria vaya tomando los sabores.

Sacamos la dorada del horno y rompemos la costra de sal. Junto con la sal se desprenderá también toda la piel y nos será muy fácil sacar los lomos limpios. Los servimos con la guarnición de zanahoria y ¡a comer!



viernes, 23 de agosto de 2013

Panecillos tostados con semillas


Esta receta de panecillos tostados es mi propia versión inspirada en las recetas de panecillos suecos de dos blogs de cocina que me encantan: El Invitado de Invierno y Lola en la Cocina. Ya los hice en una ocasión siguiendo al pie de la letra la receta del primero y salieron buenísimos, ideales para el desayuno. Esta vez, como ya os conté que me he pasado a las harinas integrales, os propongo una versión más saludable y nutritiva. El cambio más significativo es que utilizo sólo masa madre, sin ningún otro tipo de levadura. La masa madre, además de aportarle un montón de sabor al pan (sobre todo si está refrescada con centeno como la mía), ayuda a eliminar el ácido fítico que está presente en los granos integrales y que puede dificultar la absorción de minerales.

¡Vamos a ver qué sale!

Los ingredientes

  • 100 gr de masa madre
  • 275 gr de harina integral de trigo
  • 1 cucharada de harina de fuerza
  • 150 ml de leche desnatada
  • 1 cucharadita de miel
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de semillas de sésamo
  • 1 cucharadita de semillas de lino
  • 4 vainas de cardamomo
  • 75 gr de mantequilla

La preparación

En un bol grande, mezclamos la masa madre con las harinas, la leche, la sal y la miel. Amasamos hasta que quede una masa homogénea. Abrimos las vainas de cardamomo y trituramos las semillas. Las añadimos a la masa junto con las semillas de sésamo y de lino. Agregamos también la mantequilla a temperatura ambiente y en trocitos. Volvemos a amasar hasta que estén todos los ingredientes perfectamente integrados. Tapamos la masa con un paño y la dejamos reposar unas dos horas.

Separamos porciones de unos 40 gramos y les damos forma de bollito. Colocamos los bollitos sobre una bandeja de horno, los tapamos con un paño y los dejamos levar hasta que doblen su tamaño. Yo los hice a última hora y los dejé levar toda la noche.

Precalentamos el horno a 230ºC, metemos la bandeja con los bollitos y pulverizamos con agua las paredes del horno para crear vapor. Después de cinco minutos, bajamos la temperatura a 210ºC y horneamos durante siete minutos más.

Los sacamos del horno y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. (En esta fase es posible que no puedas resistir la tentación de comerte uno de los panecillos calentitos con mantequilla... No te preocupes, es normal.)

Cuando estén fríos, los abrimos por la mitad. En lugar de utilizar un cuchillo, lo haremos con un tenedor para que queden irregulares y más rústicos. Volvemos a hornearlos a 180ºC hasta que estén bien tostados y crujientes. Puedes dejarlos secar en el interior del horno una vez apagado, hasta que se vaya todo el calor residual, y así te aseguras de que quedan súper crujientes.

¿A que quieres desayunarte uno?


miércoles, 21 de agosto de 2013

Quinoa con lomo en salsa de soja y miel

La quinoa es uno de los alimentos que he comenzado a incluir en mi dieta recientemente, y me encanta. A pesar de su aspecto en forma de grano, no se trata de un cereal. Una de las cosas que más me llamó la atención de la quinoa fue su olor en crudo: huele a "verde", porque en realidad es familia de las acelgas y las espinacas.

En comparación con los granos y cereales, la quinoa es un alimento muy nutritivo y muy completo. Es especialmente rica en proteínas y en aminoácidos, y también aporta fibra, minerales y vitaminas. Tiene un índice glucémico muy bajo, por lo que pueden consumirla personas con problemas de diabetes como una buena alternativa al arroz, y no contiene gluten. Además, es muy digestiva y ayuda a controlar los niveles de colesterol.

¡Hala, a comer quinoa que todo son ventajas!

Los ingredientes
Para 1 ración:
  • 125 gramos de lomo de cerdo
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharadita de miel
  • 2 cucharadas soperas de salsa de soja
  • 2 cucharaditas de aceite de sésamo
  • 1 pimiento verde
  • 1/2 cebolla
  • 1/2 vaso de vino blanco
  • 1 cucharadita de vinagre de arroz
  • 1 tacita de quinoa
  • 4 tacitas de agua
  • sal
La preparación

Cortamos el lomo en tiras y lo ponemos en un bol con el diente de ajo rallado, la miel, una cucharada de salsa de soja y una cucharadita de aceite de sésamo. Dejamos marinar la carne al menos media hora.

Cocemos la quinoa (una tacita de espresso, pequeña) en una olla con el agua con sal durante unos 15 minutos. Mientras tanto, escurrimos la carne y la salteamos en un wok o una sartén con el resto del aceite de sésamo. Cuando comience a dorarse añadimos la cebolla y el pimiento troceados. Lo rehogamos todo unos minutos y agregamos el resto de la salsa de soja, el vinagre de arroz y el vino. Cocinamos a fuego medio-fuerte y dejamos que reduzca hasta que no quede casi nada de caldo. 

Servimos primero la quinoa y colocamos encima la carne con las verduras. ¡A comer!




domingo, 18 de agosto de 2013

Yogur aromatizado con cardamomo y canela

Soy fan de todos los cacharros de cocina que ponen a la venta en Lidl. Mi última adquisición ha sido una yogurtera con la que ya he empezado a experimentar, por supuesto. ¡Hay tantas posibilidades que no sabía por dónde empezar!

Los yogures caseros siempre quedarán un poco menos consistentes que los comerciales, pero a mí me encanta la textura y el sabor tan particular que tienen. Me hacen viajar en el tiempo, cuando de pequeña mi madre nos hacía yogures en casa... ¡No nos cansábamos de pedirle más!

Hoy comparto con vosotros mi primer invento, sencillo pero delicioso.

Los ingredientes
  • 1 yogur natural
  • 1 litro de leche semidesnatada
  • 3 vainas de cardamomo
  • 1 rama de canela
  • Edulcorante al gusto (opcional)
La preparación

En una olla, ponemos a calentar la leche con la rama de canela. Abrimos las vainas de cardamomo, sacamos las semillas y las añadimos también a la olla. Llevamos la leche a ebullición y dejamos cocer durante unos minutos para que tome el sabor de las especias. Esperamos hasta que la leche se enfríe (para no matar a los microorganismos que se encargarán de la fermentación), la colamos y añadimos el yogur natural. Removemos muy bien hasta que el yogur quede perfectamente disuelto en la leche. Si fuera necesario, utilizaremos la batidora. Se puede añadir el edulcorante ahora o hacerlos sin edulcorar y que cada comensal lo endulce a su gusto en el momento de consumirlo. 

Vertemos la leche en los vasitos de yogur y los dejamos en la yogurtera durante unas 12 horas. El mínimo son 8 horas, pero con 12 nos aseguraremos de que queden bien cuajados. También debes tener en cuenta que cuanto más tiempo pasen en la yogurtera, más ácido será el sabor final.

Se conservan en el frigorífico tanto tiempo como los yogures que compramos. Mientras están en el frigorífico siguen cuajándose, así que notaréis que los últimos que consumáis estarán más consistentes que los primeros.



miércoles, 14 de agosto de 2013

Mi primer pan de centeno (integral y con masa madre)

Me encanta hacer masas. Mancharme las manos amasando, volver a la cocina al cabo de un rato y descubrir que está el doble de grande que cuando la dejé de amasar, ver a través de la puerta del horno cómo se va hinchando poco a poco... ¡Y el olor que deja en toda la casa! 

Hipnotizada por la magia de las masas no me daba cuenta del peligro que tenían, y así me pasaba un fin de semana sí y otro también horneando bizcochos, bollos, tartas, magdalenas, galletas, panes... Gastaba los kilos de harina blanca y azúcar como si tal cosa, porque cuanto más consumía más me pedía el cuerpo. Los antojos, tanto de comer como de cocinar recetas nuevas, eran irrefrenables, y la escalada por los números de la báscula, también.

Por eso he decidido poner fin a esa espiral y cambiar mis hábitos. Algunos de esos cambios han sido eliminar por completo el azúcar refinada y sustituir las harinas blancas por sus versiones integrales y, además, ecológicas. El caso es que, en lugar de sentirme más limitada en la cocina, se me ha abierto un mundo de posibilidades con la utilización de harinas que antes no conocía: centeno, espelta, trigo sarraceno... 

Ésta ha sido mi primera experiencia con la harina de centeno. He seguido la receta de Iban Yarza en Robin Food, aunque con pequeños cambios: mi masa madre era de trigo, toda la harina que he utilizado es integral, no le he añadido levadura y he reducido las cantidades. ¡Vamos allá!

Cómo hacer masa madre natural

Si habéis visto el vídeo de la receta, os habréis dado cuenta de que es sencillísimo. Sólo necesitamos harina integral (de trigo o de centeno), agua a temperatura ambiente y tiempo para que ocurra la fermentación natural.

El primer día, mezclamos harina y agua a partes iguales (por ejemplo, 50 gramos de cada), tapamos y dejamos reposar 24 horas a temperatura ambiente.

El segundo día, repetimos la operación. Seguramente no habrá ocurrido nada. No te preocupes, es normal.

El tercer día es posible que la mezcla ya presente algunas burbujitas. ¡Ya está comenzando a fermentar! Desechamos un par de cucharadas de la mezcla (porque si no acabaríamos con unas cantidades ingentes de masa madre) y volvermos a alimentarla o refrescarla, que no es más que volver a mezclarle más harina y agua a partes iguales.

Sigue repitiendo la operación cada día hasta que veas que la masa ya está lo suficientemente activa y lista para utilizarla en la preparación del pan. ¿Y cómo se sabe eso? Pues lo sabrás si a las pocas horas de haberla refrescado ya se llena de burbujitas y aumenta su volumen hasta más del doble. El número de días que tarde en estar lista dependerá de la temperatura ambiente (en verano será mucho más rápida que en invierno) y del tipo de harina que utilices (la de centeno suele ser más rápida que la de trigo).

Ahora estarás pensando que vaya rollo tener que hacer todo eso cinco días antes cada vez que quieras hacer pan. ¡Qué va! La masa madre se hace una vez y dura toda la vida (es muy difícil que se muera). No, tampoco hay que estar alimentándola todos los días. A ver... Nunca utilizaremos toda la masa madre que tenemos, siempre guardaremos algo. Si no vamos a volver a necesitarla en un tiempo, podemos conservarla en la nevera en un frasco cerrado. Con el frío, los bichitos se aletargan y sólo será necesario alimentarlos cada diez días más o menos. Es posible que con el paso de los días presente un aspecto un poco feo, pero no te preocupes, es normal, no se ha puesto mala. Además, si la hueles verás que no es un olor malo, sino que huele estupendamente a fermentación... no lo puedo describir con otra palabra. 

Pues como ya tenemos lista la masa madre, vamos a hacer nuestro pan de centeno.

Los ingredientes
  • 1 cucharada de masa madre
  • 500 gr de harina de centeno integral, mejor si es ecológica
  • 500 gr de agua a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de miel
La preparación

  1. Lo ideal es comenzar a hacer la masa por la noche. Sólo tenemos que mezclar la cucharada de masa madre con 80 gramos de harina y 80 gramos de agua. Removemos con una cuchara, tapamos con un paño y dejamos que repose durante toda la noche a temperatura ambiente.
  2. A la mañana siguiente, añadimos 120 gramos de harina y 120 gramos de agua. Mezclamos de nuevo y esperamos unas 4 ó 5 horas.
  3. Pasado ese tiempo, agregamos el resto de la harina y el agua (300 gramos). Es el momento de añadir también la sal y la miel. Mezclamos bien todo, ponemos la masa en el molde donde vayamos a hornearlo y lo aplastamos con las manos mojadas para que no se nos quede pegada la masa. Sólo llenaremos el molde de masa hasta la mitad aproximadamente, y esperaremos unas 4 horas, o hasta que la masa haya subido hasta el borde, antes de meterlo en el horno. 
  4. El horno debe estar precalentado a 250ºC. Introducimos el molde y pulverizamos con agua las paredes del horno para crear un poco de vapor. Pasados 10 minutos, abrimos el horno y volvemos a pulverizar. Bajamos la temperatura a 200ºC y horneamos durante 50 minutos más.
  5. Sacamos del horno, dejamos enfriar sobre una rejilla y esperamos un día entero para que se asiente la miga.
En este caso, como era mi primera experiencia con este pan, lo he decorado de la manera más sencilla: poniendo un poco de harina en la superficie antes de que comenzase a levar en el molde. Ya iré experimentando con semillas, frutos secos, frutas deshidratadas... ¡Y os lo iré contando aquí!

Ya no tenéis excusa para no hacer vuestro propio pan 100% integral, ecológico y casero porque con esta receta no necesitáis ni mancharos las manos. Es el tiempo quien amasa ;)




lunes, 12 de agosto de 2013

Potaje de espinacas y garbanzos con cúrcuma

Sí, ya sé que en la entrada anterior dije que hacía mucha calor para platos calientes, pero es que tenía que gastar las espinacas que me sobraron del pesto. Además, la verdad es que a mí siempre me apetece un plato de cuchara, estemos en la época en que estemos.

En este plato utilizaremos comino y cúrcuma, dos especias bien conocidas por sus propiedades para combatir problemas digestivos (por si los garbazos te hacían dudar...).

Los ingredientes
  • 250 gramos de hojas de espinaca frescas
  • 400 gramos de garbanzos (ya remojados)
  • 2 zanahorias
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla
  • 1 tomate maduro
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de cúrcuma
  • sal

La preparación

Calentamos el aceite de oliva en una olla y añadimos el diente de ajo pelado y machacado, la cebolla sin trocear, el tomate pelado y en dados pequeños y la zanahoria también pelada y cortada en dados. Sofreímos unos minutos a fuego medio.

A continuación, añadimos las hojas de espinaca y rehogamos unos minutos más. Agregamos a la olla los garbanzos escurridos y cubrimos con agua. Añadimos las especias y la sal al gusto y los dejamos hervir a fuego vivo unos 45 minutos.

Si quieres el caldo con algo más de consistencia, puedes triturar la cebolla y añadirla de nuevo a la olla en forma de puré.

Como sale bastante cantidad, yo suelo congelarlo en tarritos de cristal, y así un día de prisas sólo tienes que sacarlo un rato antes del congelador y listo.






domingo, 11 de agosto de 2013

Carpaccio de calabacín con pesto de espinacas

Estamos en época de calabacines y, como me encantan y compro muchos, estoy continuamente buscando diferentes maneras de prepararlos. Siempre tenemos el comodín de la sopa o la crema, que está riquísima, pero ahora con estos calores nos apetecen platos más fresquitos. ¡A ver qué te parece la receta que te propongo hoy!

Los ingredientes
Para 4 personas
  • 1 calabacín 
  • 1 limón
  • 60 gr de hojas de espinaca frescas
  • 6 ó 7 nueces
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 2 cucharaditas de parmesano o grana padano en polvo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • pizca de sal
La preparación

Cortamos el calabacín sin pelar en rodajas muy finas (puedes hacerlo con la ayuda de una mandolina). Ponemos las rodajas en un bol y las cubrimos con el zumo del limón. Dejamos que maceren durante unos minutos.

Mientras macera el calabacín, haremos el pesto. Para ello, ponemos en el vaso de la batidora las nueces peladas, el ajo, las espinacas, el queso, el aceite y la sal, y trituramos todo hasta que no queden grumos.

Escurrimos el calabacín y emplatamos extendiendo las rodajas sobre el plato y cubriéndolas con el pesto. Podemos añadir también un chorrito adicional de aceite de oliva justo antes de servirlo.

¡La combinación de sabores es genial! Creo que ésta se acaba de convertir en una de mis recetas habituales...



miércoles, 31 de julio de 2013

Muhammara

La muhammara es una salsa similar al hummus, pero hecha a base de pimientos rojos y nueces en lugar de garbanzos. Es un clásico de la cocina libanesa, aunque su origen parece estar en Siria.

Después de mirar muchísimas recetas de muhammara, cada una con una selección de especias y aderezos diferentes, por fin elaboré mi propia versión. ¡Es un éxito absoluto cada vez que la hago!

Los ingredientes

  • 3 pimientos rojos grandes, para asar
  • 100 gramos de nueces peladas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 trocito pequeño de pan árabe plano o pan de pita
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de pimentón (dulce o picante, a tu elección)
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida
  • 1 cucharada de vinagre balsámico
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal
La preparación

La tarde anterior a la preparación de la receta, asamos los pimientos en el horno hasta que estén bien tostados por todas sus caras. Inmediatamente después de sacarlos del horno, los metemos en una bolsa de plástico y los dejamos toda la noche en un recipiente que se pueda tapar herméticamente. Así, al día siguiente podremos pelarlos fácilmente.

Ponemos los pimientos ya sin piel y sin pepitas en la picadora junto con los ajos y los trituramos. Los reservamos en un bol.

A continuación, trituramos también en la picadora las nueces peladas y el pan recién tostado hasta que quede todo muy fino, y lo añadimos al bol con los pimientos y los ajos.

Ya sólo nos queda agregar todas las especias, el vinagre, el aceite y la sal, y remover hasta que queden todos los ingredientes perfectamente integrados.

Puedes tomarlo acompañado de pan árabe o de pita o, mejor aún, de crudités de zanahoria, apio, pepino, endibias...


Aquí puedes ver la vídeo receta que envié para participar en el concurso 22 minutos de Canal Cocina. ¡Fue elegida como una de las ganadoras!

lunes, 29 de julio de 2013

Ensalada de bacalao ahumado con pomelo y vinagreta de apio


Me encanta el bacalao en cualquiera de sus formas: fresco, salado, ahumado... Además, ya sabrás que es un alimento excelente que nos aporta proteínas de alta calidad y omega 3. 

Esta receta está inspirada en la ensalada malagueña, con migas de bacalao salado, naranjas, cebolletas, aceitunas aloreñas... Si nunca la has probado, te recomiendo que lo hagas ¡ya!

Bueno, vamos con mi invención de hoy.

Los ingredientes
Para 2 personas
  • 1 pomelo 
  • 60 gramos de bacalao ahumado
  • 4 ó 5 aceitunas negras, deshuesadas y laminadas
  • 1 ramita de apio
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez
  • 1 pizca de sal
  • Eneldo
La preparación

En primer lugar, prepararemos la vinagreta. Para ello, quitamos las hebras más duras del tallo de apio y lo picamos lo más finamente posible. Lo ponemos en un frasco de cristal y agregamos el aceite de oliva, el vinagre y la pizca de sal. Cerramos el frasco y lo agitamos enérgicamente durante unos segundos para que emulsione.

Pelamos el pomelo, retiramos toda la parte blanca que haya quedado y lo cortamos en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente. Colocamos las rodajas de pomelo extendidas sobre el plato donde vayamos a servir la ensalada.

Troceamos las lonchas de bacalao ahumado y las ponemos encima del pomelo.

Repartimos también las aceitunas negras y lo aderezamos todo con tres o cuatro cucharaditas de la vinagreta que hemos preparado.

Para terminar, puedes espolvorear la ensalada con un poquito de eneldo. 

¡Rápida, ligera y veraniega!



Edito para contaros que esta receta ha sido elegida como una de las ganadoras del concurso de Recetas al estilo de Donna Hay de Canal Cocina. Ya he recibido el  premio en casa: el nuevo libro de Donna Hay titulado De la despensa. ¡Es una mina de recetas sencillas y saludables que seguro que me sirve de inspiración para próximos inventos culinarios!




domingo, 28 de julio de 2013

Gazpacho de pepino y sandía

¡La receta de hoy no puede ser más fácil! Se trata de un gazpacho o sopa fría súper refrescante, muy apropiada para los calores de estos días. Además es muy vistosa y rapidísima de preparar: una receta ideal si esperas invitados en casa.

Los ingredientes
Para 4 personas

  • 1 pimiento verde
  • 3 pepinos
  • 500 gr de sandía (pesada sin cáscara)
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y vinagre al gusto
La preparación

Pelamos los pepinos, los troceamos y los ponemos en el recipiente de la batidora. Quitamos las pepitas del pimiento y lo añadimos al pepino. Batimos todo muy bien hasta que quede fino. Poco a poco, mientras batimos, vamos agregando también el aceite de oliva. Ajustamos de sal y de vinagre, volvemos a mezclar bien y reservamos.

En otro recipiente, vamos poniendo la sandía troceada y sin pepitas. Trituramos también con la batidora hasta que nos quede sin trozos ni grumos. (Si la sandía no es demasiado dulce, podemos agregarle un poco de stevia).


Para presentarlo, vertemos primero el gazpacho de pepino y sobre éste, en el centro, el de sandía. Con un palillo podemos hacer formas para decorarlo.

Si te gusta encontraste de sabores dulces y salados, ¡te va a encantar!






jueves, 25 de julio de 2013

Sopa de tomate al cardamomo

Hoy propongo una sopa sana, muy fácil y con un toque indio, ya que utilizaremos cardamomo y ghee.

Al cardamomo se le atribuyen propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Es muy aromático y digestivo, y su consumo alivia digestiones pesadas, dolores de estómago, problemas intestinales, etc. También ha sido usado en la India durante siglos como afrodisíaco.

El ghee (o mantequilla clarificada) es la manera más sana de tomar mantequilla. Se obtiene a partir de la mantequilla de vaca, que se calienta lentamente hasta que se consigue evaporar el agua y separar los sólidos (la proteína láctea), que quedarán en el fondo del recipiente. El aceite que resulta es más puro, sin lactosa y con menos grasas saturadas. Además, gracias a su bajo contenido de humedad, el ghee se conserva durante mucho más tiempo que la mantequilla. Consumir ghee habitualmente puede mejorar la digestión, aliviar la acidez de estómago y el estreñimiento, fortalecer el sistema inmunológico e incrementar la memoria y la concentración, entre otros muchos beneficios que le atribuye la medicina ayurvédica.

Los ingredientes
Para 2 personas:
  • 4 ó 5 tomates maduros
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 3 vainas de cardamomo
  • 1 cucharada de ghee
  • 1 pizca de comino molido
  • 1/2 vaso de caldo de verduras
  • sal
La preparación

Pelamos y troceamos el ajo y la cebolla y los rehogamos en una olla con el ghee hasta que la cebolla comience a ponerse transparente. Mientras tanto, vamos pelando los tomates. Los añadimos también a la olla, troceados. 

Abrimos las vainas de cardamomo aplastándolas con un cuchillo y añadimos las semillas a la olla, junto con el comino y la sal. Agregamos también el caldo de verduras y dejamos cocinar a fuego medio durante unos 40 minutos.

El último paso es triturar todo con la batidora hasta que quede una sopa sin grumos.

¡Te animo a que la pruebes! Sólo por el olor que dejará en tu cocina, merece la pena... ¡A Canal Cocina le gustó!












martes, 23 de julio de 2013

Batido de kéfir de cabra y plátano

El kéfir es un alimento probiótico originario de la región del Cáucaso similar al yogur, con el que tiende a confundirse. La principal diferencia con respecto al yogur es que la fermentación del kéfir tiene lugar mediante una reacción lacto-alcohólica, y no sólo láctica como en el caso del yogur. Ésto es lo que confiere al kéfir su peculiar textura espumosa (algunos lo llaman el champagne lácteo).

Los beneficios del kéfir son numerosos: es un excelente regenerador de la flora intestinal y ayuda a paliar problemas digestivos y de estreñimiento, reduce los niveles de colesterol, fortalece el sistema inmunitario... Además, aporta una buena cantidad de enzimas que favorecen la asimilación y la digestión de los alimentos, con lo que permite obtener el máximo beneficio de ellos.

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