jueves, 31 de octubre de 2013

Yakitori

Yakitori significa literalmente en japonés ave (tori) a la parrilla (yaki). Hoy en día, la versión más extendida de estas brochetas es la elaborada con carne de pollo, aunque también se puede encontrar con pato. Sin embargo, parece ser que en la receta original utilizaban gorriones. Ya en el siglo XVII, los campesinos japoneses que peregrinaban para adorar al dios del arroz cazaban gorriones, los ensartaban en brochetas y los asaban. Así no solamente se alimentaban durante el camino, sino que se libraban de uno de sus peores enemigos, pues los gorriones se alimentaban de sus campos de arroz. (Eso es matar dos pájaros de un tiro, ¿eh?).

Éste es uno de mis platos preferidos de la gastronomía nipona, y es muy fácil y rápido de hacer. La salsa que acompaña a la carne y que le da su sabor característico está hecha a base salsa de soja y mirín, una especie de licor de arroz sin apenas graduación alcohólica que se utiliza solamente para cocinar. Es un ingrediente básico de la cocina japonesa y se puede encontrar sin problemas en tiendas de alimentación oriental.

Aunque hay muchos lugares en los que sirven yakitori hecho con pechuga de pollo, yo siempre lo hago con muslos, porque así la receta sale infinitamente más jugosa.

Los ingredientes

Para 2 personas:
  • 4 muslos de pollo deshuesados
  • 2 cebolletas
  • 100 ml de salsa de soja
  • 100 ml de mirín
  • 50 ml de vino blanco (o sake)
  • 1 cucharada de sirope de ágave
  • 1 cucharadita de harina de arroz
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo

La preparación

En primer lugar, comenzaremos por hacer la salsa. Para ello, vertemos en una olla pequeña o un cacillo el mirín, la salsa de soja, el vino y el sirope de ágave, y lo llevamos a ebullición. Dejamos que hierva durante unos minutos, hasta que se haya evaporado el alcohol del vino y la salsa haya reducido un poco. Retiramos del fuego y añadimos la cucharadita de harina de arroz. Removemos para que se disuelva bien y volvemos a darle un hervor hasta que la salsa quede espesa y brillante. Reservamos.

Retiramos la piel de los muslos, los limpiamos de grasa y los cortamos en dados. Seleccionamos la parte blanca de las cebolletas y las cortamos en trocitos de un par de centímetros de longitud. Vamos ensartando en las brochetas dos trozos de pollo y uno de cebolleta hasta completarlas.

Calentamos la plancha eléctrica con el aceite de sésamo y ponemos a asar las brochetas. Con la ayuda de un pincel, vamos embadurnando el pollo con la salsa que hemos preparado. Vamos dándole la vuelta a las brochetas hasta que estén doradas por todos lados, y  pincelamos con la salsa en cada vuelta.

Servimos de inmediato, porque se enfrían rapidísimo.






lunes, 28 de octubre de 2013

Huevos a la mouse (Reto Tía Alia)

Aquí está mi segunda aportación al Reto Tía Alia. ¡Me pareció tan divertido y tan fascinante ver cómo una misma receta puede dar resultados tan diferentes en cada uno de los blogs participantes que me he quedado totalmente enganchada al Reto! Estaba súper impaciente por conocer cuáles serían las recetas de este mes de octubre, y en cuanto las leí lo tuve clarísimo. El mes anterior me costó un poco decidir entre las dos recetas, pero esta vez fue ver la opción salada y... ¡flechazo!


Como ya os conté en el reto anterior, trato de evitar la harina refinada, y, como la verdad es que no veía nada claro eso de una bechamel integral, pues he prescindido de ella y he puesto sólo nata en la mouse y, para acompañar, sólo salsa de tomate.

Me ha sorprendido esta receta porque es mucho más fácil y rápida de hacer de lo que parece al leerla. Me habría gustado probar con otras de las versiones que propone, como la del salmón, pero este mes he andado escasa de tiempo para dedicarle a la cocina... Ya experimentaré en otro momento, seguro, porque me ha encantado el plato.

Los ingredientes
Para cuatro personas:
  • 6 huevos
  • 50 gr de queso emmental
  • 50 gr de jamón serrano
  • 4 cucharadas de nata 
  • Sal
  • Mantequilla para los moldes
  • Salsa de tomate casera
La preparación

Batimos los huevos con un poco de sal. Rallamos el queso y lo añadimos a los huevos. En la picadora, trituramos el jamón hasta que quede lo más fino posible y lo añadimos también a la mezcla. Agregamos la nata y mezclamos hasta que quede todo bien repartido.

Vertemos la mezcla en cuatro moldes que habremos untado con mantequilla y los metemos al horno, en un recipiente al baño maría, a 200ºC durante unos 50 minutos.

Desmoldamos y los servimos con la salsa de tomate. Yo los acompañé con unas espinacas rehogadas con ajo y taquitos de jamón. ¿Verdad que es sencillo?








domingo, 27 de octubre de 2013

Tartaleta de queso de cabra y melocotón (El Asalta Blogs)

Con esta receta acabo de unirme a la banda de ladrones de El Asalta Blogs, liderada por Gastro Andalusí. Me hace una ilusión tremenda. Cuántas veces, navegando entre los blogs de cocina, he leído eso del Asalta Blogs sin saber muy bien lo que era... ¡Y ahora soy una de ellos!

El blog donde debía perpetar este primer asalto es el de Gastroadikta, y no ha sido nada fácil... Tiene tantas recetas riquísimas, originales y con ingrediente sencillos que dan ganas de robárselas todas. Después de mucho merodear por su cocina, finalmente me decidí por esta tartaleta de queso de cabra y melocotón.

El contraste de sabores que ofrece el queso de cabra con la suavidad del melocotón es absolutamente delicioso y sorprendente. Aunque en la receta original se propone como aperitivo o entrante, a mí me parece perfecto también para una merienda o un desayuno.

La diferencia principal entre la versión de Gastroadikta y la mía es que yo he hecho mi propia masa quebrada integral. ¡Seguid leyendo y os explico cómo!

Los ingredientes
  • 200 gr de harina de trigo integral
  • 120 gr de mantequilla
  • 300 gr de queso de cabra de rulo 
  • 1 melocotón rojo
  • 2 cucharadas de miel
  • Unas gotas de agua de azahar

La preparación

Para hacer la masa quebrada, debemos utilizar la mantequilla muy fría y cortada en dados. (Yo utilicé mantequilla con sal, así que no le he añadido nada de sal a la masa). Ponemos la harina con los dados de mantequilla en la cubeta de la panificadora y seleccionamos el programa para pasta, que solamente amasa. Si no tienes panificadora ni ningún otro robot de cocina con que amasar, puedes hacerlo perfectamente a mano, con la ayuda de una espátula. Si queda demasiado dura y cuesta mucho trabajo amasarla, se le puede añadir alguna cucharada de agua. (Yo tuve que añadir un par de cucharadas).

Cuando la masa esté completamente homogénea y brillante, la envolvemos en film y la dejamos reposar en la nevera durante una hora. Pasado ese tiempo, la estiramos y damos forma a la tartaleta. En mi caso fue una sola y decidí hacerla circular, pero también puedes hacerlas rectangulares, en porciones individuales... como se te ocurra.

Horneamos la masa a ciegas (es decir, la masa sola, sin el relleno). Podemos cubrirla con papel de horno y unas legumbres crudas, para evitar que la masa suba. Yo simplemente pinché la base con un tenedor varias veces y no subió nada. Con 10 minutos a 180ºC es suficiente.

Sobre la masa ya horneada, vamos repartiendo el queso de cabra cortado en rodajas por toda la superficie. Enjuagamos bien el melocotón y lo cortamos en gajos muy finos, con su piel, y los disponemos por encima del queso.

Calentamos la miel con las gotas de agua de azahar y pincelamos toda la superficie de la tartaleta, incluídos los bordes, con la mezcla.

Volvemos a hornearla durante 15 minutos más, y ¡a comer!




domingo, 20 de octubre de 2013

Carrilleras de cerdo al vino tinto

La carrillera o carrillada es una carne que se obtiene de la cara del cerdo, de los "carrillos". Es muy tierna y jugosa, con vetas de grasa que le dan una textura un poco gelatinosa y que recuerda al rabo de toro (al menos a mí me lo recuerda).

Ya sea por esa textura o por los reparos al saber de dónde procede, lo cierto es que hay muchas personas a las que no les gusta nada ninguna de estas dos carnes. Yo siento debilidad por ambas.

Nunca había cocinado carrilleras, y, aunque hubo algún contratiempo de última hora (cuando ya tenía la receta en marcha me di cuenta de que no tenía zanahorias, ¡no sé cómo me pudo pasar!), el resultado nos encantó. Gustó tanto que creo que la próxima vez que las haga tampoco pondré zanahorias.

Así quedó la receta final:

Los ingredientes
Para 2 personas 
  • 400 gramos de carrilleras de cerdo limpias
  • 1/2 pimiento rojo
  • 2 cebollas
  • 500 ml de vino tinto
  • 2 hojas de laurel
  • Romero
  • Sal y pimienta
  • Harina 
  • Aceite de oliva virgen extra

La preparación

Salpimentamos las carrilleras y las pasamos por harina. Sacudimos el exceso de harina dándoles unas palmaditas. Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva y freímos las carrilleras hasta que estén ligeramente doradas por ambos lados. Reservamos.

En el mismo aceite, pochamos a fuego bajo la cebolla y el pimiento troceados. Añadimos también las hojas de laurel y el romero. Cuando las verduras estén tiernas, vertemos el vino tinto. Volvemos a incorporar las carrilleras y subimos el fuego para que se evapore el alcohol del vino.

Cuando la salsa haya reducido, retiramos las carrilleras y reservamos de nuevo. Desechamos las hojas de laurel y trituramos todo hasta que quede una salsa fina y sin grumos. Servimos las carrilleras con su salsa y unas patatas fritas.





domingo, 13 de octubre de 2013

Atún encebollado

Me encanta este plato. Me recuerda inevitablemente a Cádiz. Cada vez que puedo, me escapo para disfrutar de la gastronomía y de las playas de esta ciudad, por la que siento una simpatía especial. Pero cuando no me es posible ir hasta Cádiz para saborear el atún de almadraba por sus calles, me conformo con hacer esta receta en casa, que tampoco está nada mal.

La receta la aprendí de un compañero de trabajo gaditano, muy aficionado a la buena cocina, con el que siempre andaba intercambiando recetas y lugares donde practicar el buen yantar. Es facilísima, rápida, saludable, y, sobre todo, está buenísima.

Como seguro que sabréis, el atún es una excelente fuente de ácidos grasos omega 3 y proteínas de calidad. También nos proporciona vitamina E, que es un potente antioxidante, y vitaminas del grupo B.

Por su parte, la cebolla posee propiedades diuréticas, digestivas y antiinflamatorias, y además es un antibiótico natural.

¿Necesitáis más razones para poneros manos a la obra con este atún encebollado?

Los ingredientes
Para 4 personas:
  • 500 gr de lomos de atún limpios 
  • 2 cebollas grandes
  • 50 cl de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 cucharadita de pimentón de la vera
  • Sal
  • Orégano al gusto (opcional)
La preparación

Cubrimos con aceite el fondo de una sartén que sea amplia y de paredes altas. Cortamos las cebollas en láminas finas y las pochamos en el aceite a fuego suave. Mientras tanto, troceamos los lomos de atún en dados. Éstos no deben ser demasiado pequeños, para que no se deshagan en la sartén y para que nos queden jugosos por dentro.

Cuando la cebolla esté transparente, añadimos los dados de atún y salamos. A los pocos minutos, en cuanto el atún haya comenzado a cambiar de color, añadimos el vino blanco. (No es recomendable cocinar demasiado tiempo el atún, porque si no nos quedará demasiado reseco). Subimos el fuego y dejamos que se evapore el alcohol del vino. 

Por último, cuando falten apenas un par de minutos para retirar la sartén del fuego, ponemos el pimentón y el orégano, mezclamos y servimos de inmediato, acompañado con unas buenas patatas fritas.



lunes, 7 de octubre de 2013

Terrina de carne con verduras y aceitunas

Hace ya mucho tiempo que encontré por algún lugar esta receta de terrina de carne con verduras. Ni siquiera recuerdo de dónde la saqué, pero desde entonces se ha convertido en uno de los must eat de mi cocina. Cada vez que la hacía le iba introduciendo alguna modificación. Un día se me ocurrió que las aceitunas negras le podían ir muy bien, y así quedó mi versión definitiva de esta terrina. Una manera riquísima de tomar un montón de verduras en un plato principal de carne.

Los ingredientes

  • 400 gramos de carne picada de cerdo y ternera
  • 2 huevos
  • 1 cucharada de pan rallado
  • 1/2 calabacín
  • 1 zanahoria
  • 1 pimieto rojo
  • 1 diente de ajo
  • 1 lata pequeña de aceitunas negras sin hueso
  • 500 gramos de tomates rojos maduros (o tomate triturado)
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta
  • Tomillo y romero

La preparación

Picamos el pimiento rojo y el ajo y lo rehogamos a fuego suave en una sartén con aceite y con la hoja de laurel. Cortamos en dados el calabacín, bien enjuagado y sin pelar, y la zanahoria, y los añadimos a la sartén. Agregamos también las aceitunas laminadas. Salpimentamos al gusto. Cuando las verduras estén pochadas, retiramos la mitad y las reservamos aparte. A las que quedan en la sartén les añadimos los tomates pelados y troceados (o triturado) y las especias, rectificamos de sal si es necesario y dejamos que se fría.

En un bol grande, batimos los huevos y agregamos la carne junto con las verduras que habíamos reservado. Salpimentamos y mezclamos bien. Aceitamos un molde alargado y colocamos en él la carne. La introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante una hora.

Servimos cortado en lochas y acompañado de la salsa. Se puede tomar tanto caliente como frío.


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