Esta vez he caído en la tentación: he elegido la receta dulce del reto Tia Alia. Y no solamente porque sea una golosa sin remedio, sino porque además me encanta preparar recetas con alimentos de temporada. Por eso me convenció rápidamente la opción de las castañas al chocolate, ahora que por todas partes comienzan a verse cajas rebosantes de este fruto.
En cuanto leí la receta comencé a maquinar. Lo de las castañas estaba bien, porque contienen un mayor porcentaje de agua que el resto de los frutos secos y menos grasas; por lo tanto, aportan menos calorías. Pero por otra parte estaba el chocolate, el azúcar, los bizcochos... Algo tenía que idear para preparar ese pastel que me llamaba a gritos, pero sin traicionar a La Alacena y su apuesta por una alimentación más saludable. Por eso decidí elaborar yo misma el bizcocho con harina integral en lugar de utilizar soletillas industriales, utilizar cacao en polvo sin azúcar y sustituir el azúcar blanca por sirope de ágave.
Además, al pensar en la consistencia que tendría esa crema de castañas con chocolate, se me ocurrió montar una especie de brazo de gitano con ella...
Además, al pensar en la consistencia que tendría esa crema de castañas con chocolate, se me ocurrió montar una especie de brazo de gitano con ella...
¡Vamos con el invento!
Los ingredientes
Los ingredientes
Para la crema de castañas:
- 1/2 kg de castañas
- 250 ml de leche
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 3 cucharadas de sirope de ágave
Para el bizcocho:
- 50 gr de leche
- 35 gr de aceite de oliva
- 3 huevos
- 40 gr de sirope de ágave
- 3 cucharadas colmadas de harina de trigo integral
- Una pizca de sal
La preparación
Confieso que esta era la primera vez que cocinaba con castañas, así que, como las recetas de Tía Alia se caracterizan por ser tan parcas en explicaciones, estuve buscando cuál era la mejor manera de cocerlas. Encontré opiniones para todos los gustos, de modo que me decanté por la que me pareció más cómoda: hervirlas con su cáscara y pelarlas una vez cocidas. Tampoco tenía muy claro el tiempo de cocción, así que las dejé hervir unos 30 minutos para asegurarme de que quedaran muy tiernas.
Reservamos las castañas cocidas y peladas y calentamos la leche con el sirope de ágave. Agregamos las castañas y trituramos con la batidora. Dejamos que hierva un poco para que espese la crema y añadimos por último el cacao en polvo, removiendo bien hasta que quede repartido de manera uniforme. Apartamos del fuego y reservamos.
Para hacer el bizcocho, separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve. En otro bol, mezclamos las yemas con la leche, el sirope de ágave y el aceite. Añadimos la harina y una pizca de sal y mezclamos bien. Incorporamos las claras montadas con cuidado para que no se nos bajen.
Forramos la bandeja del horno con papel para hornear y extendemos encima la masa del bizcocho (nos interesa conseguir una plancha fina de bizcocho que se pueda enrollar sobre sí misma). Metemos en el horno precalentado a 160ºC durante unos 18 minutos.
Sacamos el bizcocho del horno y, sin retirar el papel de hornear, lo enrollamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Cuando esté frío, desenrollamos con mucho cuidado y extendemos la crema de castaña sobre la superficie del bizcocho, reservando un poco para la cobertura. Volvemos a enrollar el bizcocho (ya sin el papel) y con la ayuda de una lengua pastelera cubrimos la superficie con el resto de la crema de castañas que hemos reservado.
Lo metemos en el frigorífico durante un par de horas para que la crema cuaje. Antes de servirlo, cortamos los extremos para que quede más bonito.
Reservamos las castañas cocidas y peladas y calentamos la leche con el sirope de ágave. Agregamos las castañas y trituramos con la batidora. Dejamos que hierva un poco para que espese la crema y añadimos por último el cacao en polvo, removiendo bien hasta que quede repartido de manera uniforme. Apartamos del fuego y reservamos.
Para hacer el bizcocho, separamos las yemas de las claras y montamos estas últimas a punto de nieve. En otro bol, mezclamos las yemas con la leche, el sirope de ágave y el aceite. Añadimos la harina y una pizca de sal y mezclamos bien. Incorporamos las claras montadas con cuidado para que no se nos bajen.
Forramos la bandeja del horno con papel para hornear y extendemos encima la masa del bizcocho (nos interesa conseguir una plancha fina de bizcocho que se pueda enrollar sobre sí misma). Metemos en el horno precalentado a 160ºC durante unos 18 minutos.
Sacamos el bizcocho del horno y, sin retirar el papel de hornear, lo enrollamos y lo dejamos enfriar por completo sobre una rejilla. Cuando esté frío, desenrollamos con mucho cuidado y extendemos la crema de castaña sobre la superficie del bizcocho, reservando un poco para la cobertura. Volvemos a enrollar el bizcocho (ya sin el papel) y con la ayuda de una lengua pastelera cubrimos la superficie con el resto de la crema de castañas que hemos reservado.
Lo metemos en el frigorífico durante un par de horas para que la crema cuaje. Antes de servirlo, cortamos los extremos para que quede más bonito.